domingo, 29 de marzo de 2015

Mi Chile llora...

Mi país está sufriendo,
Resquebrajado como una jarra rota
Derramando todo su contenido.

Los muertos, como siempre,
Juegan a la escondida
Por orden marcial,
Mientras nuestros gigantes más viejos
Se esfuman entre el humo.

Nos ha quedado un desierto de greda,
Secado con la angustia de miles de compatriotas.
Mi Chile llora una búsqueda incesante
Clamando justicia, pidiendo ayuda
Suplicando a quienes tienen los hilos
Resuciten el jardín del Edén.

Mi tierra amada se arrastra
En una venia a quienes guardan las llaves
Por favor, abran las puertas
Que la salvación la tienen ustedes
Dejen de ladrar por los juicios perdidos
Den un paso atrás, estiren las manos
Y, por favor, salven a Chile

Que se nos está desangrando.

domingo, 15 de marzo de 2015

El poder de la palabra

          Es impresionante la forma en que, cada vez más, se menosprecia el poder y valor de las palabras, es como si los emisores de estas consideraran lo que escriben o lo que sale de sus bocas sin ningún valor. Sin embargo, hace pocos días, un muchacho ciego que solía vivir de lo ganado tocando la armónica a la salida del metro acompañado de su perro lazarillo, terminó suicidándose por el trato vejatorio y las fuertes palabras propinadas por los guardias del metro al sacarlo del lugar. Metro emitió una carta en donde apoyaba el trato de los guardias, sin ningún interés en las fuertes palabras dichas por estos hombres y ni ellos han pedido disculpas por lo ocurrido...las palabras matan, Felipe fue asesinado por el filo de cada letra.
Gran parte de la sociedad de hoy no le da la importancia que requiere a la palabra escrita o hablada, creen que al emitir un improperio pueden camuflarlo con “humor” o que un “piropo cochino” a una menor de edad, una desconocida o una compañera de trabajo son algo por lo cual ellas deban sentirse bien o que una incitación al suicidio no significa nada o que una amenaza no tiene peso. Lamento decirles a muchos que la injuria, el acoso, la incitación al suicidio y las amenazas son delitos penados por la ley, así de importantes son las palabras. Tan importantes son que fue la escritura, el registro de la palabra misma, lo que demarca entre la prehistoria y la historia.

Como guionista esta actitud de las personas me tiene profundamente preocupada, pues he visto el poder de las palabras ser derribado por el desinterés de quienes no son capaces de tomarles el peso. Esto es tanto así que lo he visto en mi labor. Toda forma de arte es importante, pero su dificultad se debe a los límites del medio en que se desarrolla, es decir entre más límites te presente una plataforma más fácil es hacer bien el trabajo, pues las posibilidades de error están demarcadas con claridad, sin embargo la escritura tiene tal libertad que permite mucho, y por lo mismo es más compleja de hacer bien. Inclusive debemos decir que, aunque hay muchas obras de arte que han logrado destacar por si solas no siendo escrituras, la gran mayoría se debe a un contexto escrito y sino real. Una ilustración del Quijote no es nada sin el texto de Cervantes, el Guernica no tiene ningún peso sin su contexto, Watchmen no hubiera sido dado a luz sin Alan Moore, el texto tras lo visto tiene un gran peso, lo cual propicia la significación y admiración de muchas obras. Podríamos cambiar a Gustavo Doré sin mover un ápice del Quijote, podría haber sido otro Guernica y la guerra sería la misma, podríamos cambiar a David Gibbons, pero no sería igual sin Alan Moore. No quiero que se crea ni por menos que otros tipos de arte son “poca cosa” o algo similar, eso simplemente no es así y está totalmente fuera de discusión, sin embargo deseo que se den cuenta, aunque sea por un leve momento, de la importancia de las palabras.
Hoy en día se está menospreciando el valor del trabajo de escritores, poetas y guionistas, permitiendo que obras paupérrimas como “Las 50 sombras de Grey” tengan una mayor importancia que la que en realidad merecen. En nuestro país es peor aún, pues la meritocracia ha sido hace años reemplazada por la pitutocracia, en donde muchas personas que piensan que pueden escribir por haber redactado cartas, creen que pueden ser guionistas, arruinando el medio, y por otra parte múltiples directores, empecinados por seguir sus ilusiones y deseos por encima de entregar verdaderos discursos y buenas historias, deciden hacer sus propios guiones, en ocasiones sin asesoría si quiera, lo que ya es una falta de respeto para esos espectadores que se verán expuestos a esas obras y por tanto para sus colegas también, pues por cada mala producción en Chile todos los demás realizadores deben cargar con ese público molesto que ninguneará toda obra hecha en este país por un buen tiempo. Como una vez un amigo me dijo “Cualquiera puede clavar un clavo en una tabla, cualquiera puede pretender hacer un mueble, pero sólo a un carpintero le quedará bueno y funcional” y así cada clavo es una palabra en el papel, cada mueble una obra de arte única en su especie.
Por años Dios fue el “Gran verbo” pues era el “Hacedor” de todo lo existente...el verbo, un tipo de palabra, era la regente de las vidas de las personas, y quizás sea al renunciar a esa dirección que la palabra se extravió y perdió peso, pero no dejemos que se desperdicie, pues palabras somos y sin ellas no existimos. Y si aún tienen dudas recuerden que hace casi treinta años una palabra cambio el destino de todo Chile, sin importar los cómos ni por qués...No.

domingo, 8 de marzo de 2015

Dignidad +IVA


Hoy en día nos vemos obligados a vivir en verdaderas cajas de fósforos, sin privacidad y con sueldos que no son acordes al estándar básico de vida. En mi caso debo ocupar una lavadora portátil para lavar la ropa, porque no alcanza el espacio para una normal en mi casa y hay muchos días en que nos mantenemos en pie comiendo sólo un huevo con pan, un té y nada más...y eso que no soy clase baja. Quizás a los dueños de los grandes holdings les sea difícil entender entonces la indignación de los chilenos, pues es horrible ver cómo han jugado con el dinero de todos los chilenos para hacer crecer más y más sus arcas, mientras el resto de la gente nos calcinamos en el metro para ir a trabajos en donde nos explotan por un salario ridículo.
¡Y al fin la justicia llega! Sin embargo estos hombres y mujeres creen que no han hecho nada malo, justificándose con lo que es el único valor latente que aún ensalzaban de la dictadura: El haber dado trabajo y “mejorar la economía”, sin embargo la economía sólo mejoró para ellos, mientras nosotros nos gastamos casi la mitad del sueldo sólo en pasajes para un transporte público deleznable... ¡Y más encima estos hombres crearon un sistema de salud y ahorros en donde pudieran seguir sacando mes a mes dinero del bolsillo de los chilenos! ¡Hasta cuando con estos seres capaces de vender a sus propias madres por sus intereses sucios y egoístas!
Al menos la justicia ha llegado al Olimpo (UDI) a manos de un duro héroe, Juan Manuel Escobar, quien a echo lo que debe hacerse con esta clase de delincuentes, darles prisión preventiva mientras dure el juicio, y ojalá otra decena de años más cuando el juicio termine. Sin embargo sigue siendo indignante que ellos paguen con lujo, con reclusión en sus grandes casas con servidumbre y asaditos con los amigos, o siendo prisioneros en centros de reclusión amplios y bien ambientados, mejores que las casas o departamentos de muchos de nosotros. Esta clase de lacras sociales deberían estar en verdaderas cárceles, como nos tocaría a cualquiera de nosotros si delinquiéramos, y que tengan que compartir un baño expuesto, que sufran el hacinamiento y que tengan que pelear con estoques por un cartón de cigarros. Para que estos seres sepan a quienes se cagaron deberían estar en nuestras condiciones, no en una comodidad en donde, lo más terrible, sea no poder fumarse un puro o tener que ver tele en una de 12’’. Si en este momento me enfermara y no pudiera pagar el arriendo por un par de meses (ya que trabajo freelance y enfermarme me significa no recibir ingresos) mi arrendador me pondría una demanda y, seguramente, terminaría en la cárcel de mujeres, siendo que no cometí ningún delito violento, pero estos hombres van a una cárcel mucho mejor que el estándar de la vida de todos los chilenos bajo la misma excusa, la justicia mínima es que paguen en la misma ley y forma en la que pagamos todos nosotros (los que finalmente somos verdaderos contribuyentes de este país.)
Y en este punto no creo que sea correcto confundir las cosas, porque ha sido muy bullada la cortina de humo que trataron de tirar estos malandrines a través de Dávalos, porque en el fondo él hizo uso de sus privilegios y es algo totalmente reprobable, por lo cual renunció justamente a su cargo en el gobierno, pero él no jugó por décadas con el Bolsillo de Chile y se mantuvo atornillado al poder aún cuando lo pillaron aduciendo a que fue “un error involuntario”. Y un nombre que particularmente se repite en el caso Penta y Dávalos es el de Luksic (o al menos en los medios confiables, pues en “ciertos” medios de comunicación tampoco lo han mencionado), y sin embargo él siempre brilla por su ausencia, siendo que muchos le han puesto el inquietante nombre de “dueño de Chile.” Lo peor es que, mientras todo esto pasa, Luksic no sólo no es puesto en tela de juicio, sino que además aún tiene sin agua a la gente de Caimanes, sin que a este hombre y su grupo económico le importe la vida de ningún ser humano fuera de él.
 
A fin de cuentas somos ganado para estos “líderes”, sin embargo deberíamos ser nosotros quienes los frenáramos a ellos, se supone que el país es de sus habitantes y no de un puñado de cuellos y corbatas, pero mientras sigan existiendo personas que apoyen esta clase de corrupciones y las validen seguiremos estancados como país. Como siempre espero que algún día las cosas cambien, pero ahora el futuro prometedor de Chile es tan falso como las canas de MEO.