Aunque
en un inicio Las 50 sombras de Grey
se vislumbraba como otro libro erótico más, una campaña comunicacional
arrolladora llevó a esta saga desde el fondo del estante de novelillas al
aparador de los best-seller. Rápidamente vimos a una oleada de personas, que se
decían profundos lectores, leyendo estos libros en todas partes y dando
recomendaciones tales como que este era el libro más candente escrito jamás,
que era el primero en tocar esta clase de temas, que reflejaba claramente toda
clase de fantasías femeninas “que antes nunca se habían tocado” y cosas por el
estilo. Luego de esto nos hemos encontrado con la siguiente predecible sorpresa,
se estaba preparando una adaptación de la saga para el cine. Todas las ávidas
lectoras esperaban con ansias ver el motivo de su fanatismo reflejado en la
gran pantalla, sin embargo muchos salieron del cine quejándose de que no vieron
lo descrito en el libro ¿O más bien no sintieron con las imágenes lo que
reflejaron en sus cuerpos las palabras?
Unas
acertadas palabras de uno de los mejores autores de best-seller, Stephen King,
dieron a conocer a Las 50 sombras de Grey
como “pornografía para madres”…aunque creo equivocó el término: En primer lugar
debemos considerar que esta saga es para esas mujeres que no han sentido un
profundo placer ya sea porque no las han dejado experimentar en ellas mismas
(la mayoría mujeres muy religiosas y mayores, por eso él dice madres refiriéndose
a ese rango etario) o porque les da flojera tener que participar del acto en la
cama, entiéndase sobre esas mujeres a las que las han adoctrinado para que
creyeran que el sólo hecho de abrir las piernas están haciéndoles un “favor” a
sus parejas, que por tanto han creado un odio sistemático al acto sexual, considerando
inclusive el no buscar su autocomplacencia o el decir ni mostrar lo que les
gusta, simplemente porque escucharon que eso excita a los hombres, y no quieren
“darles nada más que los complazca, total ya le abrieron las piernas, con eso
deberían sentirse agradecidos.” Aunque muchas de estas mujeres tienen problemas
como frigidez, resequedad o vaginismo, trastornos que deben ser tratados, muchas
simplemente sufren de una apatía y una abulia tal que las termina transformando
en un verdadero “saco de papas” en lo que de sexo se trata. He leído múltiples
comentarios de esta clase de mujeres acusando a los hombres de su pobre vida
sexual, aduciendo a que ellos deben “saber” que les gusta sin que ellas se los
digan, que deben atenderlas de lleno, que sus orgasmos son responsabilidad del
otro o, inclusive, que son demasiado bruscos en la cama…de ahí que algunos
publicaran que si Christian Grey no fuera millonario tan sólo sería un degenerado y un pervertido, por el cual ninguna daría ni un minuto de su tiempo. Es
decir esta no es sólo una saga para mujeres con problemas en el normal
desarrollo de su sexualidad, sino que además es una saga para aquellas mujeres
que lo único que les interesa de un hombre es su billetera, un hombre que tenga por sobre todo poder…pornografía para
mujeres que se saben insatisfechas y que, además, desean ser “mujeres trofeo.”
En
el fondo no las culpo, la sociedad nos ha empujado por años a convertirnos en
el trofeo de algún hombre, pues “nuestro valor es tan sólo el que un hombre
esté dispuesto a pagar por nosotras,” sin embargo las cosas han cambiado en
torno nuestro, de a poco el matriarcado vuelve a nuestras vidas, las
igualdades, aunque muy de apoco, se han comenzado a nivelar en nuestro entorno.
Por todo esto debemos actuar con un poco más de entereza, dejemos de acusar a
los hombres por nuestra sexualidad y tomemos cartas en el asunto, no dejemos
que un hombre nos convierta en su trofeo pues somos mucho más que eso, no
dejemos que nos violenten de ninguna manera, ya sea psicológica, sexual, física
o económicamente, no permitamos tampoco que ningún hombre sea violentado de estas
formas (porque parte de este problema es que, un hombre con esta clase de
sufrimientos, no puede dar a conocer ni un ápice de su congoja), no admitamos
más burlas ni discriminaciones a los varones que comparten o que derechamente
hacen las labores de la casa, no permitamos que nos insulten dando a entender
que hay cosas que no podemos hacer por ser mujeres, no le demos permiso a ningún
desconocido para que nos acose en la calle y no permitamos que el único camino
que se nos abra a nosotras sea la cama para surgir…pero por sobre todo no
endiosemos obras mediocres como Las 50
sombras de Grey bajo la excusa de que “es la primera en tratar estos temas”
y cosas por el estilo, pues debemos considerar los múltiples autores que la han
precedido como el Marqués de Sade, Charles Bukowski, Anne Rice y Henry Miller,
no obviemos obras cinematográficas que ya tocaron estos temas y esta estética
como La secretaria, Saló a los 120 días de Sodoma y toda la
filmografía de Tinto Brass de echo, y los múltiples factores que tienen a esta
obra “por sobre” otras actualmente sin que esta tenga el valor para estar en el
lugar que ostenta.
Por otro lado, sin quitarle importancia, esta saga ostenta en su suma de elementos uno de los más deseados por las mujeres de estos tipos, el tener un hombre guapo y poderoso con sendos problemas internos que "ellas cambiaran." De verdad eso es lo más dañino de este libro, porque presenta a muchas con cierta normalidad el poder modificar a un hombre como si se tratara de borrar y volver a dibujar un boceto, entonces están todas estas mujeres metiéndose en relaciones que no les hace bien por la ilusión de poder cambiar al hombre que tienen al lado. Esto tiene a gran parte de las relaciones de nuestra actualidad al borde del colapso, con sus participantes sacrificándose por cosas que no van a pasar. En verdad seamos un poco más honestos y busquemos en el otro a quien de verdad queremos tener con nosotros, y no hagamos atrocidades tales como tratar de modificar al otro para amoldarlo a lo que nosotros consideremos "bien," con eso tan sólo destrozaremos nuestras autoestimas y crearemos más monstruos insatisfechos de la vida misma.
Es
cierto que la sociedad necesita aún muchos cambios, pues los machistas y las
hembristas le están haciendo un flaco favor a nuestro futuro, prediquemos con
el ejemplo siendo justos y equilibrados, dejando de lado intereses mezquinos
como los que presenta esta obra literaria y cinematográfica. Una lástima ver la
situación de nuestro país de esta forma, pero creo que, en un futuro, podremos
ver como esta sociedad evolucione lo suficiente como para considerarse al fin
civilizada, hasta que llegue ese día tan sólo podremos mantenernos en la
tribuna luchando por lo que nos parezca justo y trabajando por cada nuevo
mañana.